sábado, 24 de febrero de 2007

Marie Antoinette


de Sofia Coppola

Calificación Ridículamente Exacta en Escala Arbitrariamente Precisa
29 de 34

Ganadora del Oscar por Mejor Vestuario, para Milena Canonero.

"the road of excess leads to the palace of wisdom"
-William Blake


Esta no la encontrarán en el cine. tsk! tsk! Que vergüenza. Dicen que saldrá directo a dvd en abril. Pero no hay por que temer, que viva torrent y los emprendedores piratas callejeros, parece que no conformes con la competencia los conglomerados mediáticos han optado por suicidio masivo y extinción.

Marie Antoinette es una pieza histórica con un espíritu joven y una estética hedonista, con música contemporanea desde el new wave de los ochentas hasta lo electrónico, que aunado al cameo de un par de tenis Converse ocasionó muchísimo eco al buzz inicial de la película por lo que de pronto se nos hablaba de una posmodernista obra maestra. Para nada. La retroalimentación a esta campaña de mercadotecnia -si es ahí donde comenzó esta estúpida exégesis- terminó como cualquier otra sesión bulímica y al llegar por fín los rieles completos, pocos exhibidores se animaron a comprometerse a algo quehabría de entenderse como algo mucho mas sutil y clásico. El trailer, aunque en retrospectiva no engaña, tampoco ayudó a calmar expectativas.

De lo mejor de Marie Antoinette es su visión ligera de la épica histórica, rebelandose contra la usual pretensión y somnífera solemnidad de otras películas que pudieran incluir a alguien como John Malkovich. Es un poco como la habitación de una adolescente sin precoupaciones, cubierto en posters y monerías incongruentemente y con una preocupación primordial por lo agradable y divertido. Así es la película y el personaje de Kirsten Dunst, algo pobre en sustancia, mensaje o empatía por el personaje. Es color de rosa y sus mayores conflictos -por lo menos hasta los ultimos diez minutos donde deben escapar de la muchedumbre revolucionaria que rode el Palacio de Versailles- son primero despertar la sexualidad del Rey Luis XVI, durante los primeros siete años de su matrimonio, para cumplir con su principal razón de ser y producir un heredero al trono y a la par formarse un nuevo grupo de amigas cómplices en su eterna fuga del aburrimiento.

El insólito Luis XVI, interpretado por Jason Schwartzman, parece acostumbrado a la soledad entreteniendose con hobbies como el de sus llaves y candados y sin embargo es díficil de seducir o inspirar en la cama, aún por Kirsten Dunst, algo díficil de creer, pero el príncipe es algo retraído. Cuando hereda la corona tras la muerte de su abuelo caliente en un momento crítico del desmoronamiento político-económico frances, demuestra ser igualmente inepto como rey.

El paso del tiempo desvaría una vez que Marie Antoinette da luz a un heredero y entonces la seguimos en diversos episodios epicúreos en el palacio, en la residencia que le regala Luis XVI junto al palacio, en la granjita de su residencia donde cría plantas y animales, en su jardín donde juega con su hija que aprende a hablar y caminar y en el castillo donde acude incognito a una mascarada y conoce al soldado sueco con quien luego por fin tendrá una relación sexual satisfactoria.

En el soundtrack aparece Aphex Twin, con algunos de sus temas mas suaves, fantasiosos y atemporales que no necesariamente traicionan su origen electrónico, quedan perfectos para ese sentimiento de embriaguez de una Marie Antoinette quinceañera mientras se familiariza y acopla al entorno ostentoso pero no menos lujoso de la corte francesa. Toda la anacronía del soundtrack cae bien, como algodon de azucar, igual que el desfile de deliciosos pasteles y los increibles vestidos que conforman el papel tapiz de una película donde la superficie es la sustancia.

Es cierto que The Virgin Suicides y Lost in Translation están a otro nivel completamente, pero forma con ellas una especie de trilogía sobre niñas convirtiendose en mujeres. Y sigue siendo mejor opción que dos de cada tres películas en carteleras de cinemex y cinepolis.

ligas:
Sitio oficial de Sony 000
Cuando salió en Cannes, Andrew O'Hehir de Salon 000

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